viernes, 16 de julio de 2010

Carta a ese poeta

Querido poeta:
Escuché de tu boca palabras a bellas doncellas que ilusas caían una a una en tus redes, cual Casanova veneciano, pero sin sentimiento las ibas dejando como pañuelos usados en cualquier rincón de esa casa vacía a la que llamas "hogar".
Compañero de cientos de batallas he sido, y varias veces me dejaste la retaguardia sin cubrir, es más me dejaste que me dieran flechazos de varios puntos y aún así sólo te dignaste a mirar y lamentarte de los pocos rasguños que te hicieron.
Tu vanidad y egocentrismo te ha pasado factura algunas veces, pero sigues con el mismo rol de caballero de brillante armadura, a pesar de que que sea latón bien pulido, y que cualquier daga puede penetrar y hacerte daño.

Eres un señor del disfraz y de la eterna virtud de la fácil palabrería, de la gañanería y de la facultad de la mentira.Haces parecer que eres la victima, cuando eres la serpiente que ofrece la manzana y después la escupes en la cara de tu victima.

No te guardo rencor, Gran poeta de la muerta palabra, eres una marioneta más de la sociedad y la superficialidad de los que algunos entendidos denominan "amor". ¿ Amor a qué, si ni siquieras te respetas a ti mismo? Me das incluso un poco de lástima, porque la mayoria de los mortales se levantan una y otra vez y tu esperas a que te levanten, y no eres capaz de apoyarte en ese "bastón" al que tanto le tienes cariño.

A las damas que han caído, sentiría pena, pero cada uno aprende de los errores que se cometen, y supongo que una vez aprendido no se vuelve a repetir... aunque quién sabe...


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